domingo, 5 de febrero de 2017

El Puente




EL PUENTE
Toda ciudad o pueblo importante tiene su río,los ríos tienen sus puentes,
hay en Nerpio varios puentes, el Puente Nuevo, el Puente del Tío Frasquito,el puente de Turrilla, hasta hay uno femenino, la Puente. Esta la Tabla, que es un pequeño puente de madera para cruzar el río.
lo que más hay son piedras en medio del río, pasaderas se llaman, por las que se suele cruzar en la mayoría de los tramos.
Pero hay uno que no necesita nombre porque es, El Puente.
Construido a principios del siglo XX, el puente de Nerpio es una obra majestuosa que sirve de entrada al casco antiguo del municipio desembocando prácticamente en la plaza.
El Puente separa la zona nueva, donde estan los locales de diversión bares y discotecas, del casco antiguo del pueblo.
El Puente es un punto estratégico y zona de reunión para los hombres, sobre el, se reúnen a conversar, haciendo de todo su entorno, desde la casa de la cultura a las flechas, un punto de encuentro casi más importante que la plaza.
El sol que da durante todo el día, y la vista panorámica que ofrece, hacen del puente un escenario imprescindible en Nerpio.
Por el puente se asomaban las mujeres, cuando la verbena se hacia abajo junto al sanatorio. Desde el puente se ve quien baja por la terrera, quien sale de la plaza o quien llega por la carretera.
Quien haya cruzado el puente en las madrugadas de invierno sin encoger los hombros de frío y viva para contarlo, merece un reconocimiento. En el Puente hay un bar, punto de encuentro de los Animeros, allí suelen echar sus ultimas coplas los días de la pascua. En el "bar del puente" juega a veces al domino el tío Román cuando los críos de la Cuadrilla le dejan un rato para el ocio.
Muchas cosas han cambiado en este pequeño pueblo de la sierra, lcambiaron las tapias de tobas, aquellas que desprendian poesia, por las frias piedras blancas de la cantera, cortaron algunas de las mejores nogueras, se cargaron el mitico paraje del "Langosto", pero con el Puente no pudieron, él aun sigue hay, ajeno al paso del tiempo, como las grandes obras. Y tu, lector curioso, que deambulas tranquilamente leyendo estas líneas, si has estado en Nerpio o quiza vives alli, nunca te has preguntado, por curiosidad, cuantas veces habrás cruzado por este puente.

Pedro Serrano (1995)
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